Cuerpos transitorios, 2018

Las imágenes de esta serie está constituida por registros fotográficos realizados con cámara de gran formato, de objetos intermedios de nieve, neviza y sedimentos minerales.

En el proceso de formación del glaciar, la nieve caída se transforma en neviza, consecuencia de transformaciones en su estructura producidas por cambios de temperatura, formando granos de hielo que se compactan por el peso de su densa masa.

Durante el verano, numerosas zonas del borde del glaciar cercanas a la roca pierden espesor por el calentamiento de su superficie y el calor que desprende la masa de roca. En estas zonas, algunas protegidas del sol directo por su orientación u otras condiciones, resisten el paso del calor del verano estos cuerpos de formas orgánicas y caprichosas, que se recortan separándose de la roca caliente.

El prolongado proceso de fusión de la capa de nieve que recubre el glaciar provoca una acumulación de las distintas capas de polvo – en buena medida proveniente del desierto del Sáhara- y otros residuos minerales.

Estos cuerpos “auto-escindidos” de borde recortado viven una existencia límbica: tal vez resistirán el verano volviendo a unirse a la masa de hielo en invierno para terminar convirtiéndose en hielo glaciar, o acaso disminuirán de tamaño hasta finalmente desaparecer.

Este estado de incertidumbre se suma al carácter intermedio que les otorga el aspecto mineral de su materia, el color irreconocible de su superficie como nieve y su estado cambiante entre la fusión y el hielo glaciar.

Estos factores, así como las resonancias a la vez abstractas y orgánicas de su forma y volumen resuenan en el carácter híbrido de estas realizaciones, transitando entre la táctil experiencia que propicia la extrema precisión visual de la fotografía de alta resolución y un mapeado de materia artificial generado virtualmente.