Autogramas, 1991

Autogramas, 1991, parte de observar el mecanismo de obturación y registro del dispositivo fotográfico para hacer visible el proceso de creación de una imagen fotográfica deconstruyéndolo en sus elementos esenciales.

Luz, tiempo y espacio se transmutan en imagen fotográfica a través de acciones llevadas a cabo por el propio artista ante el objetivo abierto en el estudio a oscuras.

Prescindiendo de la observación visual y trabajando con la combustión de fósforos como la única fuente de luz, el artista se instala en la experiencia del tiempo fotográfico, en la accion de „fabricar“ o hacer una foto siendo a la vez objeto y sujeto de la experiencia.

Las huellas de la combustión de un fósforo, en su caída o en gestos de extrema simplicidad ejecutados por el artista se acumulan a lo largo del tiempo de la toma, paradójicamente definido por la duración de la propia combustión.

Acción, tiempo y luz surgen de un mismo dispositivo performativo para elaborar un juego dónde cuerpo y lenguaje, acción y signo se trenzan en un espacio oscuro atravesado de caligrafías de tiempo suspendido hecho visible.